Un grupo de desesperados viajeros cubanos intentan conseguir un número en la lista de espera para subirse al próximo autobús, que nunca llegará. Solitarios pasajeros que en realidad no van a ninguna parte y que ven cómo la vieja estación -de la cual quieren escapar- se transforma en un espacio humano, amable y cotidiano. Es así como van formando lazos con las demás personas y olvidando sus planes, naciendo -inesperadamente- una nueva comunidad.
La cinta de Juan Carlos Tabío nos presenta una historia sencilla y con una gran cuota de humor, que reflexiona entre líneas en torno a una serie de temas sociales y políticos bastante profundos. A lo largo de sus 107 minutos de duración, la antigua estación se transforma en una ruina felizmente habitada. Un sitio de paso es -ahora- el "lugar en el mundo" de sus protagonistas.
¿Qué pasaría si empezamos a darle mayor humanidad a los no-lugares que abundan en nuestras ciudades?
Los interiores de la vieja estación, donde transcurre toda la película, son ruinosos, descuidados, en medio de la nada; un lugar donde nadie quiere permanecer por más de un par de horas. Está diseñado y construido para ser pasajero, para ser literalmente traspasado. Es un edificio de corredores perimetrales y un gran patio interior abierto, en el que incluso cae la lluvia cuando el tiempo empeora.
Y es justamente este edificio el que termina haciéndose familiar y acogedor. Un no-lugar que a pesar de no estar diseñado para ser lugar, termina siéndolo. Quizás es esta misma "incomodidad espacial" la que motiva a sus protagonistas a mejorarlo, a hacerlo habitable; limpian sus rincones, pintan sus muros, abren sus bodegas, plantan un huerto. Se apropian del espacio y lo hacen a su gusto.
"Lista de Espera" nos hace preguntarnos si la arquitectura que estamos haciendo realmente va de la mano con la felicidad de las personas... con el encuentro y con la colaboración para hacer la vida más fácil. Quizás si los no-lugares tuvieran mucho más de lugares, el mundo sería diferente.
Porque al menos en esta película, sus temporales habitantes fueron felices en una fría estación de autobuses, aunque sea por un momento.
FICHA TÉCNICA
Dirección: Juan Carlos Tabío
País: Cuba
Año: 2000
Duración: 107 min.
Cinematografía: Hans Burmann
Edición: Carmen Farías
Dirección de Arte: Onelio Larralde
Producción Diseño: Belén Bernuy, Onelio Larralde
Screenplay: Arturo Arango
Música: José María Vitier
SINOPSIS
Un grupo de personas desesperadas esperan la llegada de un bus para seguir su viaje. El problema es que nunca aparece y quedan varados en la estación. Mientras uno de los pasajeros, Emilio, utiliza su tiempo libre para conquistar a Jacqueline, el resto de los viajeros -al ver que la espera será larga- deciden transformar la vieja estación en un mejor lugar... para esperar.
